El sábado 28 de enero de 2012 se realizó el primer testing del grupo local de BV Asturies. Como en estas fechas invernales no hay mucho que llevarse a la boca, o más bien a los ojos, el testing estuvo dirigido principalmente a la localización e identificación de avifauna. Aunque siempre hay gente muy animada que dispara a todo lo que se mueve, y a veces a lo que no se mueve también… y así aumenta en gran manera el número de especies observadas.
Elegimos una ruta en la zona litoral para la realización del testing. Motivo: poder combinar la observación de paseriformes de campiña con otros grupos de invernada costera (gaviotas, limícolas, ardeidas, etc.) Una buena zona en esta época es la de Cabo Peñas, que por su carácter termotemplado alberga mayor variedad de especies que otras áreas de Asturies.
Es por ello que la primera parte del testing consistió en un sencillo itinerario circular alrededor del pueblo de Antromero, de unos 2 km. de longitud. El hábitat mayoritario en esta ruta es la campiña atlántica, con prados, alguna parcela de cultivo, setos dispersos, etc. También se atraviesa un pequeño núcleo rural, y durante gran parte del recorrido disfrutamos de la preciosa costa de la margen oriental de Cabo Peñas, alternando áreas rocosas con calas y playas de arena como la de San Pedro.
Pues con todos estos antecedentes, y el tiempo dudoso (que si lluevo, que si no lluevo, que si el sol asoma y se esconde) nos ponemos en marcha. La primera especie en aparecer, cómo no, es la omnipresente tarabilla, pajarín que nos acompañará a lo largo de todo el camino, y del que pudimos ver unas cuantas parejas. De acuerdo con las últimas consideraciones de los sesudos comités, nuestra tarabilla pasa a ser ahora la “tarabilla europea subs. occidental”, o sea,
Saxicola rubicola subs. hibernans. Junto a ellas, otras especies propias de matorral, aunque mucho menos conspicuas, pudieron ser vistas u oídas a lo largo de la ruta: el intrépido petirrojo o raitán
Erithacus rubecula, el tímido chochín
Troglodytes troglodytes y el discreto acentor común
Prunella modularis.
Tarabilla común europea Saxicola rubicola ssp. hibernans
Foto de Rafael González
Petirrojo Erithacus rubecula
Foto de Nacho N. Fonseca
Especies que nos acompañaron también a lo largo de todo el camino con sus “agradables” y “amenos” reclamos y graznidos fueron los córvidos. La más abundante fue la corneja negra
Corvus corone, pero también vimos una pareja de cuervos
Corvus corax y algunas urracas o “pegas”
Pica pica.
Corneja Negra Corvus corone
Foto de Marián Álvarez
Una especie de paseriforme que durante la época de cría se distribuye por toda Asturias, aunque en esta época se encuentra mucho más limitada a zonas bajas, es la curruca capirotada S
ylvia atricapilla, de la que pudimos localizar algún ejemplar, como este precioso macho. También observamos fugazmente un macho de curruca cabecinegra
Sylvia melanocephala, muy restringida en Asturias a zonas termocolinas del litoral.
Curruca capirotada Sylvia atricapilla
Foto de Rafael González
Tras la primera parte de la ruta dejamos un poco de lado los pajarillos y llegamos a un tramo de costa rocosa favorable para la invernada de los limícolas asociados a este tipo de hábitats. Allí tuvimos ocasión de contemplar, bastante cerca y alimentándose de manera muy activa, un grupo de 7 vuelvepiedras
Arenaria interpres a los que acompañaba un precioso correlimos oscuro
Calidris marítima. Ya más lejos se avistaban 4 chorlitos grises
Pluvialis squatarola, junto a los que estaban posados un par de cormoranes moñudos
Phalacrocorax aristotelis.
Vurelvepiedras Arenaria interpres
Foto de Nacho N. Fonseca
Uno de los motivos por los que elegimos esta ruta es que hay una buena variedad de fringílidos invernantes, en total cinco especies, y las cinco aparecieron a lo largo del camino. Por su colorido fueron sin duda las estrellas de la mañana. Esas cinco especies son el verderón
Carduelis chloris, el verdecillo
Serinus serinus (estos dos restringidos en invierno a la franja litoral), el jilguero
Carduelis carduelis, el pardillo común
Carduelis cannabina y el pinzón vulgar
Fringilla coelebs. Acompañando a los fringílidos se encontraban pequeños grupos del que probablemente es el paseriforme más común en Asturias durante el verano, el bisbita común o pratense
Anthus pratensis.
Pinzón vulgar Fringilla coelebs
Foto de Marián Álvarez
Verdecillo Serinus serinus con bisbita pratense Anthus pratensis
Foto de José Antonio Cañal
Jilguero Carduelis carduelis
Foto de Marián Álvarez
No es de extrañar que al enfocar la playa de San Pedro no hubiese rastro de vida animal, a esas horas y un sábado normal ya están todos bien espantados. Sí pudimos detectar algún ejemplar de zorzal común
Turdus philomelos y colirrojo tizón
Phoenicurus ochruros. Atravesando el pueblo de Antromero también la variedad fue escasa, con la observación de las aves más ligadas a medios urbanos; los estorninos negros
Sturnus unicolor, que cuentan con una colonia de cría en el pueblo, estorninos pintos
Sturnus vulgaris, que llegan en grandes cantidades en invierno, y por supuesto unos cuantos grupos de gorrión común
Passer domesticus.
Zorzal común Turdus philomelos
Foto de Nacho N. Fonseca
Buitrón Cisticola juncidis
Foto de Nacho N. Fonseca
Apretados ya por el hambre (en especial algunos “trogloditas”) llegamos a buena marcha al lugar donde habíamos dejado los coches, en el aparcamiento que hay por encima de la playa de Gargantera. Sin embargo antes del descanso gastronómico la mañana aún nos dejó buenos detalles, ya que en este tramo de costa localizamos un buen grupo de 67 gaviotas cabecinegras
Ichthyaetus melanocephalus, casi todas adultas, y una bonita garceta
Egretta garzetta.